Los hábitos alimentarios adquiridos por el bebé durante los meses de embarazo y durante los primeros años de vida conforman la Base que marcará el resto de su vida, de esta etapa depende su Salud Nutritiva el resto de sus días, primeros sabores, primeras texturas, primeras comunicaciones y sensaciones relacionadas con su alimentación y nutrición.

La leche materna es la más adecuada para el bebé, además de contener todos los nutrientes necesarios ayuda a establecer y fortalecer vínculos alimenticios y afectivos, en aquellas ocasiones que no es posible amamantar, no hay que preocuparse, hoy en día disponemos de una amplia gama de productos de lactancia que permiten que los bebés puedan estar bien nutridos y el desarrollo sea óptimo también.

El momento de la ingesta, debe ser un momento Calmado y Tranquilo, hay que evitar los ruidos y el uso del celular para permitir la conexión y el Sentir, el disfrute, ya que comer debe ser un acto placentero.

En ocasiones los bebés manifiestan demanda y luego no quieren comer, quizás solicita atención, calma, también puede que no haya descansado suficiente, solemos utilizar la expresión “tiene más sueño que hambre”, déjale descansar, como suelen ser bastante intuitivos pueden percibir tensiones en el ambiente familiar, quizás no tenga apetito, interpretar las necesidades de los bebés a veces puede parecer complicado, si mantienes la calma encontrarás la solución con mayor facilidad.

De textura líquida pasamos a textura triturada, desmenuzada, sólida, de la leche a los zumos, caldos, sus primeras papillas, el cambio de texturas requiere un período de adaptación que no se produce igual en todos los bebés, cada uno vive su propio proceso que hay que respetar y cuidar, a medida que vamos introduciendo el grado de adaptación va aumentando.

Debemos ser conscientes que estamos educando en la manera de comer, de alimentarse y nutrirse, por lo tanto en su forma de cuidado.

Recomendaciones a tener en cuenta cuando vamos introduciendo la alimentación sólida:

Es conveniente que la alimentación sea variada, esto le aportará diversidad de sabores, olores, texturas,… estímulos todos necesarios para su adecuado desarrollo

Utilizar alimentos de temporada siempre es una buena elección, cuantas veces hemos escuchado decir que la naturaleza es sabia y que da en cada momento lo necesario, en invierno dará naranjas, ricas en vitamina C que fortalece nuestro sistema inmunitario, en verano tendremos sandías, ricas en agua para mantenernos bien hidratados frente a temperaturas elevadas.

Durante los primeros años de vida se desarrolla el Aparato Digestivo encargado de ingerir, asimilar, metabolizar los alimentos, convertirlos en energía y transportarlos a través de la sangre a todas las células, órganos, glándulas y sistemas, por ello se recomienda que las primeras papillas no sean ni muy saladas ni muy condimentadas, se desaconseja el consumo de alimentos precocinados. Los alimentos contienen sales minerales, el añadir es un hábito adquirido posteriormente que puede generar lesiones en el aparato digestivo.

Otro factor a tener en cuenta es la temperatura de los alimentos, en invierno el cuerpo está más frío por lo que asimilará mejor alimentos calientes caldos, sopas, purés… en verano sientan mejor alimentos frescos.

A la alimentación hay que darle el tiempo necesario, cada cual se toma su tiempo, evitar comer demasiado deprisa, una ingesta rápida dificultará los procesos de digestión, asimilación, etc.

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